Dentro de tres días va a hacer un año que dejé mi trabajo.
Ahí puedes ver la foto del momento exacto en el que firmé mi sentencia de libertad. 🙂
Un año de libertad que quería experimentar por mí misma antes de ponerme a hablar de este tema con más detalle. De ahí surgió la idea de dedicar este mes de junio a la reinvención profesional. Quería celebrarlo contando cómo fue el proceso entero en base a mi experiencia personal.
Hagamos un repaso de las ideas principales que hemos hablado hasta ahora…
- Primera semana: no seas esclavo de tu sueldo porque tu tiempo aquí es limitado, lucha por lo que quieres.
- Segunda semana: si no sabes qué hacer con tu vida, empieza por el principio: autoconocimiento. Recorre tu camino paso a paso.
- Esta semana: convierte tus miedos en aliados para motivarte. Pasa a la acción.
- Próxima semana: tendrás que esperar al final para saber cuál será el colofón de este mes temático.
Si te fijas, hay una creencia limitante que se ha estado repitiendo cada semana: el miedo a la incertidumbre.
Esa falsa necesidad de estabilidad y seguridad que nos han inculcado. El ideal de éxito que nos han vendido: estudia para encontrar en trabajo fijo (para toda la vida), encuentra una pareja y cásate (para todo la vida), compra una casa y forma una familia (para toda la vida). El mensaje subliminal está más que claro… para toda la vida.
¿Cómo entonces vamos a plantearnos dejar un trabajo?
Muchas veces somos capaces de reconocer que necesitamos un cambio pero no actuamos porque los miedos nos bloquean a base de dudas para que no salgamos de nuestra zona de confort.
Esa necesidad de tenerlo todo bajo control, nos paraliza. ¿Te ha pasado alguna vez?
Hoy vamos a ver algunos trucos para romper ese tipo de pensamientos y convertir nuestros miedos en aliados.
Índice
¿Te da miedo dejar tu trabajo?
Déjame adivinar, cuando te vienes arriba y decides que vas a dar el paso de dejar tu trabajo aparecen en tu mente mil preguntas que te acaban quitando la idea de la cabeza.
¿Y si no encuentro otra forma de ganarme la vida rápido? ¿Y si me quedo sin dinero? ¿Qué pensará de mí la gente? ¿Y si nunca encuentro mi camino? ¿Y si…?
Analicemos uno a uno los miedos más comunes que nos atacan cuando nos planteamos dejar nuestro trabajo para ponernos en situación y ver realmente qué es lo peor que podría pasar si llegaran a cumplirse.
Miedo al cambio
Salirse del camino establecido no es fácil. El miedo al cambio va a hacer que nos cuestionemos cada una de nuestras habilidades y pensamientos.
Enfrentarse a lo desconocido requiere romper muchas barreras mentales que nos limitan, que nos paralizan para dejar las cosas tal y como están. Es nuestra gran batalla contra la comodidad de nuestra zona de confort.
Este miedo suele venir acompañado de un gran sentimiento de vacío y desorientación. Estamos tan acostumbrados a seguir el camino establecido que cuando queremos salir de ahí no sabemos qué hacer, somos incapaces de ver cuál es el siguiente paso.
Conozco bien esa sensación. Esa batalla interna entre tu mente, que te pide estabilidad, y tu ser más profundo, que te pide cambio. Una batalla que bien podríamos resumir en una idea que ya bien conoces: miedo a la incertidumbre.
Esta vez no voy a entrar más en detalles porque ya hay varios post donde hablo especialmente de eso, ahí tienes los enlaces si quieres echarles un vistazo.
Miedo al fracaso
Otro miedo bastante común es el miedo al fracaso. A muchos les aterra la idea de apostar por algo nuevo y que la jugada acabe saliendo mal. Ven esa decisión como algo muy arriesgado porque esa inversión de tiempo no les asegura un resultado positivo.
Este fue durante mucho tiempo mi peor enemigo. Me daba miedo dar el paso y perder algo que tenía ya seguro, por malo que fuera. Tantos años de sacrificio para nada, tanto esfuerzo tirado por la borda de repente… Tener que cambiar de trabajo en sí ya lo consideraba un fracaso. Hasta que lo pensé bien y me apliqué mi filosofía de vida en otros campos también en el terreno laboral. Te lo explicaré con un ejemplo a modo de pregunta.
¿Te quedarías toda la vida con una pareja que te maltrata?
¿Por qué entonces te vas a quedar para siempre con un trabajo que te amarga la vida?
Ahí fue cuando me di cuenta de que la causa real de este estancamiento venía de otro lado: la falta de confianza en mí misma.
No confiaba en mis posibilidades ni en lo que era capa de hacer, por eso me preocupaba no ser capaz de ganarme la vida de otra forma y quedarme sin dinero.
¡Al fin!, estarás pensando. Por fin habla del dinero. El maldito dinero que tanto preocupa a la gente. Ten paciencia, en menos un minuto llegamos a ese punto.
Miedo al qué dirán
Hay veces que las personas de tu entorno tampoco te lo ponen fácil. Familia, amigos, compañeros de trabajo… que cuando les hablas de tus planes de cambio no se cortan en meterte el miedo en el cuerpo y darte su opinión.
Estas son algunas de las perlas que yo tuve que escuchar:
“Tú estás loca”, “es muy bonito lo que dices, pero el mundo no funciona así”, “¿de qué vas a vivir?”, “¿qué vas a hacer?”, “el Ayuntamiento no va a estar ahí esperándote cuando vuelvas.”, “con lo bien que estás aquí”, “¿piensas viajar sola?”,“¿y si te arrepientes?”…
Aunque pueda parecer lo contrario, son preguntas que nos hacen con todo el cariño del mundo porque se preocupan por nosotros. No cometas en error de interpretarlas como un juicio o falta de apoyo, en realidad son el reflejo de sus propias inseguridades que se ven reflejadas en nosotros.
Estas opiniones no deberían afectarnos. Si lo hacen es porque tenemos algún tipo de dependencia hacia ellos que nos hace necesitar su aprobación.
……
Ahora dime, ¿qué es lo peor que podría pasar si todos esos miedos se cumplen?
¿Acaso tu trabajo actual es el único trabajo que existe en el mundo con un sueldo a final de mes? ¿Realmente te ves tan incapaz de conseguir algo mejor? Las personas que de verdad te aprecian, ¿te van a criticar por intentar hacer un cambio a mejor en tu vida? Y si tus planes no salen bien y te toca volver a buscar un trabajo de nuevo, por malo que sea, ¿no sería en realidad lo mismo que estar en ese trabajo malo donde ya estás?
¿Te das cuenta? Poco que perder y mucho por ganar.
Ya lo hemos hablado en otras ocasiones, lo más importante cuando te enfrentas a tus miedos es la actitud. Si les das más poder del que deberían tener, estás perdido. Si los aceptas, incluso puedes llegar a hacer de ellos algo positivo.
Tener miedo es bueno. Nos indica que estamos en el camino correcto, porque cuando algo te da miedo es porque realmente te importa.
No dejes que el miedo siga decidiendo por ti. Deja atrás el victimismo y convierte lo que te frena en una oportunidad de crecimiento. Identifica la causa real por la que quieres dejar tu trabajo.
¿Quieres ser libre para viajar sin billete de vuelta y crear tu propio proyecto? ¡Genial! Usa tu sueño como tu motivación y verás como dejas de ponerte excusas.
Pero, ¿cómo salir de eso después de tanto tiempo?
¿Cómo dejar tu trabajo? – Estrategia:
Que defienda a muerte este tipo de actos de valentía, no quiere decir que apoye hacerlos sin ningún tipo de cabeza.
Este proceso ya es bastante complicado de por sí con todo lo que hay que ir aprendiendo por el camino como para sumarle más.
Antes de dejarlo, planea tu estrategia.
Una vez tienes claro para qué quieres dejarlo, ya puedes pararte a pensar en qué necesitas. Aquí dependerá de cuál sea tu motivo, pero ya que me lees, asumiré que compartimos el sueño de viajar libres y lo usaré como ejemplo.
Sea cual sea tu motivo, la estrategia suele ser bastante similar y el motivo principal de preocupaciones es el mismo: el maldito dinero. Así que veamos qué podemos hacer para que ese tema nos de los mínimos problemas posibles.
Ahorra antes de dejar tu trabajo
Está claro que para vivir tranquilos viajando es importante tener algunos ahorros en la cuenta.
No sé cuánto tiempo planeas viajar ni de qué forma, eso es algo muy personal. Haz tus cálculos y sabrás cuánto necesitas. Lo ideal es que tengas ahorros suficientes como para vivir entre un año y medio o dos años sin ingresos antes de dejar tu trabajo para poder disfrutar del viaje sin agobios por temas de dinero.
Si te sirve como referencia, yo gastaba una media de 500€ al mes viajando por el sudeste asiático viviendo bien, sin derrochar y sin pasar hambre. Se puede hacer con menos y también con más, eso ya depende de ti.
Cuanto antes empieces mejor. Yo empecé a vender ropa, joyas y cosas que ya no usaba en aplicaciones de segunda mano. ¡Cualquier idea es buena!
Busca ingresos alternativos
La forma más tradicional suele ser buscar un segundo trabajo. Mis primeros dos años en la oficina los estuve compaginando con un trabajo de camarera los fines de semana. En mundo de la hostelería es complicado pero se suele ganar bastante dinero de forma rápida y aunque sacrifiques tu tiempo libre, si realmente lo haces por conseguir tu objetivo, no te pesa.
La forma más moderna es buscar cómo generar ingresos pasivos. A mi amiga Lorea le encanta este tema, siempre que hablo de esto me viene ella a la cabeza. Hace poco que descubrí este sistema, conozco a varias personas de mi alrededor que lo usan y están encantadas.
Por definición, el ingreso pasivo es el ingreso que resulta del flujo de efectivo recibido de manera regular, que requiere que el receptor no realice ningún esfuerzo para mantenerlo.
A modo de ejemplo: comprar una casa y alquilarla para generar ingresos mes a mes. Otras opciones más accesibles pueden ser un local comercial o una plaza de garaje.
Busca un trabajo que sea compatible con tu sueño
Aquí las opciones son infinitas. Estos meses viajando he descubierto tantas formas como personas he conocido.
Ahora con internet lo más común es crear un proyecto propio y convertirte en nómada digital vendiendo infoproductos o servicios online. Puedes crear tus propios productos o vender los de otras personas.
Pero también hay miles de opciones fuera del mundo online. He conocido gente que ha convertido su negocio físico en un negocio con patas: artesanos, osteópatas, terapeutas… profesionales que trabajan allá donde les pille recorriendo mundo.
Otros que se van unos meses a trabajar a Autralia o Nueva Zelanda y con el dinero que ganan se pueden permitir viajar todo un año después.
¡Imaginación al poder!
Recorta en gastos
No solo es importante buscar una manera de ganar dinero, también lo es saber cómo gestionar el que ya tenemos.
Ya que estás de cambios y planeas irte a recorrer el mundo con las cuatro cosas que caben en una mochila, te recomiendo que empieces a familiarizarte con un estilo de vida más minimalista desde ya.
- Analiza en qué te gastas el dinero en tu día a día y elimina los gastos innecesarios. Tabaco, el café de la mañana, suscripciones a revistas… ¡Todo euro cuenta!
- Deja de comprar cosas que realmente no necesitas.
- Si tienes que comprar algo sí o sí, busca que sea la opción más rentable.
- Compra en tiendas de segunda mano.
Este también es un factor muy importante a tener en cuenta cuando estás viajando. Sigue aplicando esa filosofía al viaje y busca cómo gastar menos dinero viajando: voluntariados, colaboraciones de trabajo a cambio de alojamiento y/o comida…
……
Bueno, ya has visto que hay varias opciones para solucionar el tema del dinero. Ahora vamos a ver las diferentes vías que tienes para dejar tu trabajo.
¿Cómo dejar tu trabajo? – Opciones:
Lo primero que tienes que hacer es valorar tus alternativas para ver cuál es la que mejor se adapta a ti.
Obviamente, voy a mencionar solo las situaciones en las que eres tú quien mueve ficha, no cuando es la empresa la que te despide.
Baja voluntaria
Cuando dejas tu trabajo de forma voluntaria presentado tu carta de despido, cumpliendo con el plazo establecido.
De esta forma no tienes derecho a paro ni ningún tipo de indemnización.
Acuerdo transaccional de despido
Cuando empresa y empleado llegan a un acuerdo. El trabajador recibe una indemnización a cambio de reconocer una serie de hechos, así como la renuncia a una posible reclamación en los tribunales.
Excedencia voluntaria
Cuando el trabajador decide cesar su relación laboral en la empresa durante un periodo de tiempo determinado para dedicarse a otras tareas.
En esta situación conviene estudiar bien cada condición: si tenemos derecho a reserva de plaza o no, tiempo mínimo y máximo, etc.
Puede ser una opción interesante para personas que no lo tienen del todo claro y no quieren arriesgarse a perder su trabajo. De esta manera, puedes viajar un tiempo y después volver a tu trabajo si tienes reserva de plaza.
También puede ser una buena forma de hacer más llevadera la decisión final, sobretodo si no hay una relación cordial con tu superior. No es lo mismo decir “adiós” que “hasta pronto”. La reacción es diferente y la despedida es diferente.
¿Por qué pasar un mal trago o cerrarte las puertas de forma definitiva si en realidad no lo tienes claro?
Al fin y al cabo esto se trata de hacer el cambio de la forma más fácil posible, ¿no?
Si eliges esta opción te recomiendo que no cojas una excedencia de menos de dos años, el tiempo pasa volando.
Aprovecha ese tiempo para ponerte a prueba: trabaja tu autoconocimiento, estudia, prueba otros trabajos, crea tu propio proyecto… intenta crear tu nueva vida, y si no funciona, tendrás tu viejo trabajo esperándote. ¡Aunque lo más probable es que si te vas ya nunca quieras volver!
Conclusión
Ya ves que otras formas de vida son posibles, hay muchas opciones y otras personas ya se están beneficiando de ellas.
¿Por qué tú no?
Deja de esperar a que sea fin de semana para vivir, deja esperar a que te toque la lotería. Deja de soñar con un cambio de vida y pasa a la acción. Recupera las riendas de tu vida. Deja ese trabajo que te consume y recupera la ilusión por vivir.
¿Has visto mi cara de felicidad en las fotos?
Parece mentira que se trate del momento que estaba tomando la decisión más difícil de mi vida. Parece mentira que dentro de mí estuviera llena de miedos.
Parece mentira, pero te aseguro que no lo es. Tenía mucho miedo, pero más ganas tenía aún de ser libre para cumplir mi sueño.
Aún así, por si después de todo esto aún te queda alguna duda, para acabar con el mes de la reinvención he querido preparar algo diferente.
La semana que viene te voy a traer un post con 10 historias de reinvención de personas que apostaron por el cambio. Personas que en su momento estaban igual de perdidas que tú y que yo estamos ahora, pero que aún así, decidieron arriesgar y ahora disfrutan de una vida a su medida.
¿Quieres saber qué me ayudó a mí?
6 herramientas fueron las claves para convertir el cambio en una realidad. Las he recopilado todas en un guía práctica donde, además de hablarte más detalladamente de cada una de las claves, te propongo unos ejercicios para que le des vueltas al coco y descubras qué es lo que realmente te frena y te animes a dar el paso al cambio. Consíguela aquí mismo, ¡únete al clan Wanderlust!
Hola Susana, increíble tu historia, te he venido siguiendo desde varios meses porque me identifico mucho contigo. Dejar mi trabajo es algo que quería hacer desde hace tiempo pero por temas de visa y la necesidad de mantener un estatus legal en un país no lo había hecho. Pero este año logre cambiar mi estatus así que no tenia ninguna otra excusa que me mantuviera allí, y tome la decisión (con mucho miedo obviamente) pero la semana pasada fue mi ultimo día en el trabajo. Tal vez no tengo todo muy claro pero tengo fe de que todo va a salir bien y voy a disfrutar mucho de trabajar en mis sueños.
Te deseo lo mejor espero que algún día conocerte. Un abrazo
Wow Francy! Enhorabuenaaa!! Estoy segura de que con esa actitud conseguirás lo que te propongas. No te preocupes por los miedos, es lo más normal del mundo… Además, para alguien como tú que se enfrenta a ellos y lucha por lo que quiere, se pueden convertir en algo muy positivo. Una especie de brújula que guíe tu camino. ¡Sigue así y mucho ánimo! Avísame si algún día estamos cerca para organizar ese quedada 🙂 ¡Un abrazo!