Conocer las historias de reinvención de otras personas siempre ha sido para mí una de las mejores fuentes de motivación que he conocido.
Cuando me di cuenta de que necesitaba un cambio en mi vida empezaron a asaltarme las dudas y sufrí una importante parálisis por análisis que me duró varios años. Siempre me ponía en la peor situación y me dejaba llevar por las dudas, hasta que un día decidí investigar.
Empecé a buscar a otros viajeros que hubieran pasado por lo mismo que yo estaba pasando para entender mejor mi situación. Casos reales de gente que empezó desde cero y se creó una nueva vida a su medida, fiel a sus principios y valores. Personas para las que viajar libre fuera parte de su reinvención y crecimiento personal.
Si ellos pudieron, ¿por qué yo iba a ser diferente?
Conocer de primera mano a personas reales que ya lo habían conseguido me hizo verlo todo desde una perspectiva más positiva. La idea de que era posible empezó a rondar por mi cabeza.
Por eso, como colofón final de la temática de este mes sobre la reinvención profesional, te voy a presentar a 10 personas (y una perra muy maja) que decidieron salir del camino establecido dejando atrás sus miedos y apostaron por el cambio .
Personas que a través de su reinvención me ayudaron a liberar mi Wanderlust.
A algunos los conocí hace años, otros son más recientes y seguramente nunca los hubiera conocido si no hubiera hecho este cambio de vida. El caso es que todos han aportado su granito de arena en mi cambio y he querido que fueran ellos mismos los que te cuenten sus experiencias a través de unas preguntas con la esperanza de que sus palabras te inspiren tanto como me inspiraron a mí.
Si te pasa como a mí y eres más de hechos que de palabras, abre todos tus sentidos y pon toda tu atención en las historias que vienen ahora porque te aseguro que no te van a dejar indiferente.
¡Allá vamos!
Índice
HISTORIAS DE REINVENCIÓN
Ángel Alegre, Vivir al Máximo
Ángel decidió abandonar su «vida perfecta» en Estados Unidos para ser un hombre libre y viajar a su antojo mientras se gana la vida por Internet.
Di con Ángel en uno de esos momentos en los que tocas fondo. Su mensaje claro de vivir la vida me abrió los ojos y me hizo pasar a la acción y empezar mi propia reinvención. Gracias a su curso Idea2blog existe hoy Libera tu Wanderlust 🙂
¿Qué te llevó a querer dejar tu trabajo?
Dejé mi trabajo porque no me gustaba el futuro al que me estaba llevando.
Cuando me imaginaba cómo sería mi vida a los 40 años si seguía en Microsoft, me veía con una casa de tres dormitorios, un BMW descapotable y muchos ceros en mi cuenta corriente, yendo todas las mañanas a trabajar a la misma oficina en la que había pasado la mayor parte de mi juventud. Y yo no quería eso.
Lo que yo quería era recorrer países remotos, vivir grandes aventuras y crear algo propio desde cero. Quería ver a mi familia más de 2 semanas al año. Quería poder subirme a un avión en cualquier momento e irme a la otra punta del mundo.
Pero sabía que todo eso era imposible si seguía en el trabajo que tenía en ese momento. Así que lo dejé.
¿Qué pasos seguiste para llevar a cabo tu reinvención?
En mi caso, estuve casi dos años preparándome antes de dejar el trabajo.
Durante ese tiempo, creé una fuente alternativa de ingresos, que en mi caso fue un negocio online, y me centré en ahorrar dinero para tener un buen colchón económico en caso de que las cosas me fuesen mal. reinvención
¿Cuáles eran tus principales miedos antes de dar el paso?
Lo que más miedo me daba era la posibilidad de que me fuese mal y me tuviese que volver a España a trabajar en una consultoría con un sueldo de mileurista, y viviese el resto de mi vida arrepentido por el gran error que había cometido dejando Microsoft.
Al final, después de darle muchas vueltas, llegué a la conclusión de que ese escenario ni era tan terrible ni era realista, porque…
- Si me había ido bien con mi negocio a tiempo parcial, había muchas probabilidades de que me fuese bien dedicándome a ello a tiempo completo
- Si mi negocio fracasaba, no tenía por qué volverme a España. Podía irme a otro país, o incluso intentar volver a Microsoft
- En caso de volverme a España, seguramente podría encontrar un buen trabajo en alguna empresa, ya que tenía un buen CV, así que tampoco pasaría nada. Lo que estaba claro es que no iba a morir de hambre ni me iba a quedar sin un sitio para vivir
Sí, es cierto que la decisión tenía sus riesgo, pero unos riesgos que no me quedaba más remedio que tomar, porque como dije antes, quedarme en el trabajo significaba avanzar hacia un futuro que tenía claro que no me iba a gustar.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere hacerlo y no se atreve?
Le diría que haga dos listas:
- Una con todas las cosas malas que le podrían pasar si decidiese dar el paso, la probabilidad objetiva de que ocurriese cada una de ellas y qué es lo que haría en ese caso
- Otra con todas las cosas buenas que podrían pasar y la probabilidad objetiva de que ocurriese cada una de ellas
Haciendo esto, descubrirá que lo malo no es tan mal como creía y que además es poco probable que ocurra, mientras que lo bueno es muy bueno y encima bastante factible.
Antonio G., Inteligencia Viajera
Antonio es un crack, después de estudiar arquitectura y probar unas cuantas cosas, decidió apostar por la formación y crear su propio proyecto para cumplir su sueño de dar la vuelta al mundo y vivir viajando.
En menos de un año consiguió establecerse como un referente enseñando a otras personas cómo conseguir lo mismo. Su historia es pura inspiración, un claro ejemplo de que querer es poder.
¿Qué tipo de cosas te ayudaron a dejar de soñar y pasar a la acción?
Solo hay una cosa que me ayudó a dejar de soñar y pasar a la acción: mi pasión por viajar.
Quería conseguir un modelo de vida que me permitiese vivir viajando, consiguiendo así libertad gracias a emprender de forma online. Así nació mi primer proyecto, Inteligencia Viajera.
Gracias a eso conseguí crear un blog de viajes, monetizarlo y vivir muy bien de él en muy poco tiempo, sin tener experiencia previa y teniendo una competencia fuera de lo normal. Si lo quieres, trabajas para ello y verdaderamente te apasiona, puedes conseguir vivir de lo que te gusta emprendiendo.
Lo volvería a hacer una y otra vez. 😉
¿Qué ha sido para ti lo más difícil de empezar este proceso de reinvención?
Lo más difícil ha sido el miedo a no conseguirlo, que se iba a traducir en no conseguir mi sueño de dar la vuelta al mundo.
Poner toda la carne en el asador tiene sus riesgos, como todo en la vida. Pero si no lo haces, caes en la posibilidad de no conseguir aquello que llevas soñando mucho tiempo.
Ahora miro atrás y afirmo que ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida.
¿Cuál es el principal cambio que has notado en ti desde que vives una vida a tu medida?
Libertad.
Soy fiel partidario de creer en la unión entre propósito, sueño y talento. Todo ello junto, me ha hecho sentir un sentimiento de libertad enorme que difícilmente hubiera podido conseguir de otra manera.
El propósito es esa motivación enorme, casi devoción, por ponerte al servicio de los demás y ayudarle a algo muy concreto. Se trata de algo totalmente social, no personal ni egótico.
El sueño es totalmente lo contrario.
Con él se busca un objetivo muy ambicioso, completamente personal y egótico. Algo que necesitas cumplir en tu vida, solo por y para ti, sin pensar en los demás.
Mezclar el propósito y el sueño (y con ayuda de un talento alcanzable en el tiempo), es la mejor fórmula para encontrar tu camino y alcanzar tus metas.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere hacerlo y no se atreve?
Que se olvide de los miedos y de la incertidumbre. Nunca será el momento perfecto, pero ahogarse en la parálisis por análisis no debe ser una opción.
Si no terminas de dar el paso, te arrepentirás al cabo de los años por aquello que pudo pasar y nunca llegó. Si ni siquiera lo intentas, jamás lo sabrás.
Oliver, Oliver Trip
Los viajes siempre marcaron la vida de Oliver, especialmente su primer viaje a Tailandia, de donde volvió con las ideas claras de cómo quería vivir su vida. Dejó sus estudios y empezó su propio proyecto a través del cual te muestra todo lo que viajar aporta.
Seguía a Oliver desde hacía tiempo, siempre me ha encantado su actitud positiva ante la vida y su forma de viajar. El año pasado decidí salir de mi zona de confort y apuntarme a sus Expediciones. Aquel viaje a Marruecos marcó un antes y un después en mi vida, y además me regaló una gran amistad.
¿Qué fue lo que hizo posible tu reinvención?
Cada vez que hablo sobre cambios siempre me vienen en mente tres palabras: creer, confiar y trabajo duro.
Si no creemos firmemente y con todas nuestras fuerzas en aquello que soñamos con cambiar, dificilmente podremos llegar a hacer efectivo el cambio. Si dejamos hueco para la duda, esta se aprovechará de nuestros momentos de inseguridad para hacer de las suyas y desviarnos del camino. Es normal que las dudas y los miedos aparezcan, pero es ahí cuando debemos tirar de confianza. Confianza en el proceso de reinvención que estamos viviendo y aceptando cada uno de los obstáculos y limitaciones que saldrán a nuestro paso, ya que estos acabarán convirtiéndose en los aprendizajes del futuro.
Todo esto tiene un poder enorme en nosotros, pero no servirá de nada si no lo acompañamos de constancia, esfuerzo y trabajo duro. Es ahí donde entras tú. Dejar a un lado la procrastinación y las tentaciones que puedan desviarnos de nuestro objetivo, seguir visualizándonos con todas nuestras fuerzas cruzando la meta y confiando en el proceso. Un proceso que nadie dijo que fuese fácil, pero cuya recompensa y satisfacción personal por estar construyendo una vida a tu manera y sentirte dueño de tu propio destino son totalmente impagables.
¿En algún momento pasaste por la crisis existencial de no saber qué hacer con tu vida? ¿Cómo saliste de ahí?
¿Y quién no ha pasado por este momento, no una una, sino decenas de veces? Una vez pensé que toda esta historia de no saber qué hacer con mi vida era como un puzzle super complejo por el que, una vez resuelto, no tendría que volver a preocuparme nunca más, pero me equivocaba.
Si miras a atrás en el tiempo estarás de acuerdo conmigo que aquel niño de 10 años, aquel chaval que acaba de cumplir la mayoría de edad y en quien te has convertido, ahora no son la misma persona. Sí lo serán en esencia, pero al fin y al cabo somos aquello que vivimos y es debido al cúmulo de nuestras experiencias y aprendizajes vitales por lo que estamos sumidos en un constante estado de cambio y evolución.
Una de las mayores crisis existenciales por las que he pasado sin duda fue durante los años siguientes a cumplir los 18. La falta de autoconocimiento, el no tener la más remota idea de cómo quería enfocar mi vida profesionalmente y las lagunas que sufría a nivel personal, fueron las causantes de que todo petará dentro de mi. ¿La clave para salir de aquella primera crisis? Eso dependerá de ti, pero personalmente mi secreto estuvo escondido en los viajes y en las cientos de personas que he conocido a lo largo de estos años que me han inspirado con su ejemplo de vida y dado el apoyo que entonces necesitaba para creer que yo también podía hacerlo, aunque no tuviera ni idea de cómo.
¿Cómo superaste el miedo a lo que pensaran los demás los sobre ti? Familia, amigos, compañeros de trabajo…
En mi caso algunos de los miedos que entonces me invadieron estaban bastante relacionados con sentirme comprendido y aceptado por mi familia, y con la presión social que de forma natural se ejercía sobre mí influyéndome negativamente a la hora de tomar decisiones. Salirte del camino marcado para probar caminos alternativos es jodido y es difícil no sentirse juzgado en algunos momentos, pero es ahí cuando tienes que mantenerte firme y seguro de tus decisiones, confiando en que tarde o temprano las piezas empezarán a encajar como por arte de magia.
Otro de mis aprendizajes vino a raíz de la necesidad de demostrar mi forma de entender la vida mediante palabras, lo cual en ocasiones provocaba rechazo en las personas de mi alrededor, sobre todo al intentar convencer a quienes estaban muy poco vinculados a mi estilo de vida ideal. Entonces aprendí que esas palabras debemos repetirlas, pero no proyectándolas hacia afuera, sino hacia nuestro interior. Tu familia, tus amigos y el resto de personas que quieres acabarán entendiendo o respetando tus decisiones antes o después, pero serán tu ejemplo y tus acciones, y no tus palabras, las que inclinen hacia un lado u otro la balanza.
¿Qué diferencias has notado en ti como persona desde que decidiste cambiar de vida?
¡Imposible enumerarlos! Miro hacia lo que hice dos días atrás y ya percibo ciertos cambios en mí, pero si tuviera que escoger uno, la mayor diferencia o aprendizaje que he interiorizado estos años de reinvención es el de aprender a dedicarme tiempo a escucharme, a actuar conforme mis sentimientos y emociones y a ser fiel a mis valores e ideales.
En todos estos años de continuo cambio me he convertido en alguien mucho más flexible, una cualidad que admiro muchísimo. Flexible al cambio y a las situaciones imprevistas que puedan llegar a nuestras vidas. A saber adaptarme cual camaleón al entorno en el que me encuentro para poder encontrar soluciones efectivas a mis problemas.
La confianza en mi mismo también ha sido otra de mis grandes hazañas y evoluciones. El empoderamiento que recibes al apostar por aquello que decides y trabajar duro por conseguirlo, comprobando que, efectivamente, lo estás consiguiendo, es bestial. Y esa confianza acabó derivando en mi proyecto, en querer ayudar y acompañar a otras personas en su proceso de autoconocimiento y cambio a través de una de las herramientas más increíbles y mágicas que he tenido la suerte de encontrar: los viajes.
Sergio, Persiguiendo el Viento
Sergio dejó atrás la estabilidad económica de su vida en la oficina para salir a perseguir su sueño de viajar contando historias a través de sus Aventuras.
Seguía Sergio desde las sombras hasta que un día, aprovechando que vivimos en la misma ciudad y como yo acababa de dejar mi trabajo, me puse las gafas del valor y le propuse quedar para que me hablara sobre su experiencia de reinvención. El día siguiente nos pasamos horas hablando como si nos conociéramos de toda la vida. ¡Y así hasta la actualidad!
¿Cuál fue el motivo principal que te hizo dar el salto a ese cambio de vida?
He estado 10 años encerrado en una oficina trabajando para una gran empresa alemana donde veía la vida pasar ante mis ojos. Viviendo en un lugar donde la creatividad no servía para nada y las broncas iban dirigidas siempre a los empleados y los logros a los jefazos con despacho. Luego llegaba a casa tan cansado y agobiado por aquel ambiente tóxico que lo único que hacía era refugiarme en libros, blogs, cómics y vídeos de YouTube de gente viajera.
Cada vez que veía una gran aventura pensaba “que envidia…ojalá yo estuviera ahí”. Hasta que un buen día mi cabeza hizo un “clic” y me pregunte a mí mismo…” Oye, ¿y qué me lo impide?”.
Al no encontrar una respuesta lo suficientemente buena como para detenerme, empecé a perseguir el viento y eso desencadenó toda esta locura de proyecto que a día de hoy, se ha acabado convirtiendo en mi propia empresa.
¿Cuáles eran tus principales miedos antes de dar el paso?
Yo creo que mi mayor miedo antes de dejar la oficina y dedicarme 100% a esto era no poder seguir siendo autosuficiente e independiente.
Desde los 18 años he estado trabajando y sacándome las castañas del fuego. Incluso con 22 años me hipotequé y dejé «libres» a mis padres cuando todos mis amigos en aquella época estudiaban, se marchaban de erasmus o simplemente seguían viviendo con sus padres.
Siempre me he considerado una persona muy independiente ya que podía ser responsable de todas y cada una de mis decisiones con total tranquilidad debido al gran respaldo económico que me ofrecía mi puesto fijo en la oficina.
Yo creo que, a día de hoy, ese sigue siendo mi mayor miedo. Que algo salga mal con todo esto y me obligue a volver a la vida que tenía antes. A ir hacía atrás. Volver a trabajar en algo que no me gusta o incluso que no encuentre nada y que tenga que volver a vivir con mis padres. Perder esta ansiada libertad que tengo ahora y que tanto me ha costado conseguir.
Por eso tengo muy claro que voy a tratar de aprovechar al máximo esta maravillosa oportunidad que tengo por delante por si algún día, pase lo que pase, la aventura llega a su fin.
¿Cuál es el principal cambio que has notado en ti desde que vives una vida a tu medida?
Un estado de felicidad que jamás había experimentado. He descubierto una nueva forma de vida que creía imposible para mí, la de ser completamente libre.
Por primera vez en mi vida soy yo el dueño de todas y cada una de las cosas que hago y eso es algo que me llena muchísimo. Se acabaron problemas tan graves como el estrés, la ansiedad, mal humor por estar en ambientes tóxicos o hacer todos los días algo que no me gusta o no me llena.
Tengo el control de decidir en todo momento cuándo, cómo y dónde y eso es algo muy importante para mí y para mi mente.
Una de las cosas con las que siempre había soñado era ser mi propio jefe. Emprender, eso sí es una auténtica aventura y ya sabes lo que me gusta a mí una buena aventura. El poder crear un trabajo con el que ayudar a la gente y con lo que pueda ser yo mismo al 100%.
Dicen por ahí que si trabajas de tu pasión los lunes dejarán de existir para siempre.
Lo confirmo, es cierto.
¿Cómo se tomaron tu decisión las personas de tu alrededor?
Pues imagínate. Una persona sin estudios como yo que a base de trabajar desde muy joven y con mucho esfuerzo y cabezonería (diciéndole a todo que sí) termina trabajando en una gran empresa con un sueldazo y acaba enfrascado en una hipoteca. Esa persona tiene la vida prácticamente solucionada ¿verdad?.
Pues un buen día, se sienta frente a sus padres y les dice que necesita salir a perseguir el viento para luchar por sus sueños. Que va a dejar todo lo que ha conseguido durante tantos años para poder lograrlo.
Casi los mato esa noche…
¿Cuál fue la solución? Les hice partícipes del proyecto en todo momento desde el día 1. Les enseñaba todo lo que hacía, las novedades, los mensajes de la gente, lo que ocurría en redes sociales, incluso mi madre me ayuda con la contabilidad.
Con el paso del tiempo tomaron este proyecto también suyo y eso ha logrado que estén tranquilos e igual de orgullosos que yo de cómo está avanzando la cosa.
Al final, el trabajo en equipo siempre funciona.
Luis Gago, Destino Ikigai
Luis dejó la seguridad de su vida como funcionario para dar un rumbo nuevo a su vida cumpliendo su sueño de viajar por todo el planeta y especializarse en la fotografía de viajes.
Cuando conocí su caso me llamó especialmente la atención porque teníamos historias pasadas muy similares. Poco después, tuve la suerte de coincidir con él en un evento. Allí le confesé que estaba muerta de miedo y que tenía muchas dudas antes de empezar mi gran viaje, se sacó una moneda del bolsillo, la lanzó al aire y me ayudó a ver que realmente lo tenía más claro de lo que pensaba.
¿Cuál fue el motivo principal que te hizo dar el salto a la reinvención?
La insatisfacción y desconexión con la vida que estaba llevando.
Desde pequeño fui siguiendo los pasos que me iban indicando mis padres, mis profesores… y así pasé por la escuela, por la universidad, por mis primeros trabajos de becario… hasta que conseguí lo que pensaba que me iba a hacer feliz: sacar la plaza número 1 de la oposición a la que me presenté.
Mis primeros años como funcionario fueron muy buenos, una etapa de aprendizaje donde tenía nuevos retos por delante, un tiempo en el que crecí intelectualmente. Pero los años van pasando y las tareas se van volviendo repetitivas. Vas perdiendo poco a poco la ilusión por lo que haces y continúas por mero impulso y simplemente por el sueldo a final de mes.
Todos los días veía las mismas caras apagadas en el transporte público y me preguntaba: ¿quién nos ha chupado la alegría de vivir? ¿por qué seguimos repitiendo unas conductas que cada vez nos hacen más infelices? ¿es que somos todos masoquistas o qué?
Me estaba convirtiendo en un zombi, en una sombra de lo que era. Cada día que pasaba era un paso más lejos de mi vida soñada. Veía por la TV gente que vivía viajando, leía blogs de personas que lo habían conseguido… y esa era la vida que yo quería vivir.
No sabía cómo hacerlo, pero sabía que eso era lo que quería hacer. Así que decidí no perder ni un día más y me lancé a la aventura…
¿Cómo superaste tus miedos en tu reinvención?
La verdad, yo no creo que los miedos se superen. Los miedos siempre están ahí, pero puedes hacer que trabajen para ti en vez de en tu contra.
En mi caso, el miedo que me paralizaba y no me dejaba tomar decisiones, que estaba delante de mi para frenarme el paso, lo trasladé justo detrás de mi, para obligarme a no retroceder y seguir adelante por el camino que me he marcado.
¿En algún momento pasaste por la crisis existencial de no saber qué hacer con tu vida? ¿Cómo saliste de ahí?
Los hábitos que nos inculcan de pequeños son tan fuertes, a base de repetirlos una y otra vez, que pensamos que sólo existe un camino posible.
Yo conseguí todo lo que la sociedad dicta en teoría que necesitas para ser feliz: un buen trabajo, buen sueldo, vivir en la zona de la ciudad que quería, salir todos los fines de semana… Pero había un vacío en mi interior que no me dejaba de insistir. Me sentía mal por no sentirme bien con todo lo que tenía, como si fuera un desagradecido.
Más adelante comprendí que esa no era la vida que quería llevar para ser feliz. Que había otras formas de vivir, “no oficiales”, y que eso era lo que dictaba mi corazón.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere hacerlo y no se atreve?
Primero, que visualice lo que quiere y empiece a trazar un plan para llegar hasta su objetivo.
Yo lo hice a las bravas, dejé mi trabajo y me monté en un avión a la India sin billete de vuelta. Estuve un tiempo tirando de ahorros, hasta que conseguí empezar a monetizar mi proyecto online, pero eso lleva mucho tiempo y esfuerzo.
Mi consejo es que si quieres reinventarte, te marques objetivos a corto plazo para ir avanzando poco a poco en tu proyecto, sin abandonar tu trabajo o principal fuente de ingresos.
Cuando tu nuevo plan empiece a dar sus frutos, es el momento de soltar amarras y apostar todo por tu nueva vida. Considero que es mejor una transición suave que un cambio brusco.
Cintia, Cintia Castelló
La rutina tenía atrapada a Cintia en una fuerte depresión hasta que decidió dejar su trabajo de maestra funcionaria y tomarse dos años sabáticos para viajar por Asia con el objetivo de encontrarse a sí misma.
Descubrí a Cintia a través de su primer proyecto, Cintia’s Love in Action, cuando estaba haciendo mi propio viaje de autoconocimiento. Desde el principio me sentí muy identificada con todo lo que contaba sobre su experiencia viajando y las lecciones que iba aprendiendo por el camino. Creo que es un gran ejemplo de crecimiento personal.
¿Qué pasos seguiste para llevar a cabo tu reinvención?
Lo primero que hice fue tomarme una excedencia, tomarme 2 años sabáticos para irme a viajar por Asia sin fecha de regreso. El objetivo de ese viaje fue claramente ir a encontrarme a mí misma. Empecé el viaje por Sri Lanka y pasé un mes y medio en un centro de meditación. Allí tuve un despertar espiritual muy fuerte. Después seguí viajando, seguí integrando información y escuchándome, meditando y siguiendo mi camino espiritual, y eso me llevó a que el séptimo mes de viaje creé mi primer proyecto online Cintia’s Love In Action, a través del cual empecé a ayudar a otras personas a tomarse un año sabático consciente como había hecho yo. Seguí viajando y seguí trabajando en mi camino espiritual en todo momento, y eso me ha llevado a convertirme en la coach mentora nº1 del despertar, tanto de personas individualmente como de grupos, para ayudarles en su proceso de despertar y cambio de vida.
¿Cómo superaste tus miedos?
Con valentía. Atreviéndome, tomando consciencia de que si nunca salía de esa rueda de hámster, esa vida que no me llenaba, nadie me iba a sacar. Trabajaba como maestra funcionaria y pensaba en que si no salía de ahí hasta que me jubilara toda mi vida iba a ser igual. Aquello me aterrorizaba, conseguí salir de ahí simplemente por consciencia de tener claro que eso no era lo que quería para mi vida.
¿Cómo se tomaron tu decisión las personas de tu alrededor?
En general muy bien, sobretodo las personas más cercanas a mí, como son mis padres o mi hermano. Ellos desde el primer momento entendieron profundamente mi decisión porque veían que yo no estaba bien y veían que tenía que hacer algo con mi vida.
La mayoría de mis amigas o personas más allegadas también se lo tomaron bien. Pero es cierto que hubo algunas personas que no tanto. Algunos familiares y compañeros de trabajo que no acabaron de entender la decisión y que me juzgaron. Me decían que la vida no era eso, que era una soñadora, una inconformista… No es agradable cuando alguien te dice esas cosas o te critica, pero aprendí mucho de ahí. Eso me hizo crecer y me ayudó a reafirmarme en mi camino.
¿Qué diferencias has notado en ti como persona desde que decidiste cambiar de vida?
Ha sido un cambio absolutamente radical, para mí ha sido una muerte y un renacimiento muy grandes. Siento que soy una persona totalmente nueva.
La Cintia que dejó la escuela siendo maestra no tiene nada que ver con la Cintia que soy ahora ni con la que yo era un mes después de haber tomado la decisión. O incluso al año siguiente. Desde el momento que decidí cambiar de vida, cada día yo iba cambiando. Los cambios eran continuos.
El cambio más grandes es que he despertado espiritualmente a unos niveles que nunca me hubiera imaginado. Siento mucha más fuerza, mucha más confianza. Una seguridad en mí misma muy muy muy grandes y mucha claridad de propósito. Ahora tengo clarísimo de dónde vengo y hacia dónde voy, el por qué lo quiero, y el precio que voy a tener que pagar para ello. En ese sentido me siento como una roca, invencible, inquebrantable y con mucha fuerza.
También siento muchísima paz interior de saber que he hecho lo correcto, de que estoy en el camino correcto y de que me estoy convirtiendo en la persona que he venido a ser. Además de estar aportando valor a la sociedad, estoy viviendo la vida que siempre quise vivir. Y todo eso me da muchísima paz y certeza de que estoy haciendo lo correcto.
Serena, Serena Muzzolon
Serena tuvo que probar varias opciones profesionales antes de descubrir la forma definitiva que le permitiera vivir como ella quería. Tenía claro que quería ser libre para viajar cuanto quisiera, así que decidió especializarse en Instagram y crear varias formaciones para ayudar a otras personas a manejar mejor sus cuentas.
Con esa dulzura que la caracteriza y su capacidad de explicarlo todo de forma tan sencilla y accesible, consiguió quitarme el miedo a Instagram e incluso que le cogiera el gustillo. ¡Tarea nada sencilla con lo vergonzosa que soy!
¿Qué te llevó a querer cambiar de vida?
No fue una gota que colmó el vaso sino una serie de acontecimientos que me llevaron a cambiar de vida.
Viajo desde que soy pequeña y seguí el camino que hizo un poco todo el mundo: universidad, trabajo, casa.
Justo cuando lo tenía todo, entré en una crisis existencial y me di cuenta que no quería pasar el resto de mis años trabajando en una oficina, 8 horas al día y con sólo 4 semanas de vacaciones al año. Así que empecé a buscar la forma de unir las dos cosas: el trabajo y los viajes.
Esta necesidad hizo que todo tomase forma y me llevó a dejar mi trabajo y a emprender.
¿Qué fue lo que hizo posible tu reinvención?
Llevaba demasiado tiempo visualizando mi estilo de vida y llegó un momento en el que me dije: “o ahora o nunca”.
El día que despedí a mi jefe lo recuerdo con mucho cariño. Lo tenía tan claro y estaba tan segura de mi decisión, que cuando dejé mi trabajo en la empresa de marketing donde trabajaba en Madrid era la persona más feliz del mundo.
Para mi no hay nada más fuerte que la visualización y la determinación.
¿Qué ha sido para ti lo más difícil de empezar este proceso de reinvención?
Recuerdo que el día siguiente de haber dejado mi trabajo, me levanté y me dije: «¿Y ahora qué hago?». Acostumbrada a tener un horario fijo y unas obligaciones, me resultó difícil empezar desde cero.
Por fin era libre, algo a lo que no estaba acostumbrada antes y podía hacer todo lo que quería.
Para mi lo más difícil fue organizarme y encontrar un nuevo equilibrio entre mis pasiones y el emprendimiento.
¿Cómo superaste el miedo a lo que pensaran los demás los sobre ti? Familia, amigos, compañeros de trabajo…
La verdad que no tuve miedo sino todo lo contrario. Me sentía tan bien al ser una persona libre que nada ni nadie podía estropear ese momento.
Además, todas las personas al mi alrededor sabían que quería dejar mi trabajo para emprender y viajar y cuando llegó ese día lo celebraron junto a mi.
Jorge y Jeni, Montañeros Viajeros
Amantes de la naturaleza y de las aventuras, viajan por libre y sin billete de vuelta. Recorriendo el mundo descubrieron que querían ayudar a otros a conseguir lo mismo devolviéndoles la alegría de vivir.
Jorge y Jeni son de esas personas que podrías estar horas y horas escuchando hablar sobre sus experiencias viajeras. Los descubrí a través de un congreso mientras viajaba por Tailandia y conecté enseguida con ellos, a través de sus sonrisas puedes ver claramente la magia de sus aventuras.
¿Cuál fue el desencadenante que os ayudó a tomar la decisión?
Nuestro último gran viaje de 20 meses por el Sudeste Asiático, Nueva Zelanda y Sudamérica.
El estar en ruta tanto tiempo te va quitando capas (tu contexto, familia y amigos, trabajo, publicidad, TV, internet…) y sin darte cuenta acabas conectando con una parte tuya más esencial. Ganas perspectiva y claridad. Y rompes inercias.
Nos gusta decir que en el viaje hemos cambiado tanto… que por fin nos reconocemos.
Aunque en realidad no fue un acontecimiento en concreto el desencadenante. Un proceso de reinvención es un largo camino y normalmente sólo vemos la fachada cuando alguien nos explica su historia.
Pero los cimientos se van construyendo poco a poco: una entrevista que escuchas y te da nuevas ideas, una conversación con un amigo o un viajero que te muestra que hay otros caminos posibles, un curso que realizas y te da nuevas habilidades. Eso va forjando poco a poco tu mentalidad y nuevos paradigmas. El mayor cambio que hay que realizar es siempre en la cabeza.
Aunque si tuviéramos que elegir un desencadenante sería el haber participado en un viaje en grupo organizado por Joseba Z. Estábamos en Bolivia durante nuestra vuelta al mundo y nos enteramos que nuestro amigo iba a estar en Perú en un viaje en grupo que había organizado realizando el trekking de Salkantay hasta Macchu Picchu.
Participamos y colaboramos con él y eso hizo un “clic” muy grande en nuestra cabeza. Nos encantó, nos sentimos muy a gusto colaborando, vimos que se nos daba bien y despejó muchos de nuestros miedos. Vimos que nos hacía felices y que también hacía felices a los demás.
Desde ese día hemos puesto toda la carne (y hasta las verduras y el postre) en el asador y nos hemos dedicado en cuerpo y alma a desarrollar nuestro proyecto. Ahora nos dedicamos a organizar viajes de aventura en grupo y diseñamos viajes a medida (donde la gente viaja por libre) con nuestra filosofía de viaje a través de nuestro proyecto “Montañeros Viajeros”.
¿Qué ha sido para vosotros lo más difícil de empezar este proceso de reinvención?
Nosotros mismos hemos sido el mayor obstáculo.
Es curioso porque emprender un proyecto propio y un viaje guardan muchas similitudes. De hecho, si te has fijado, se usa la misma palabra: “emprender” un viaje.
Tienes que enfrentarte a los miedos, la incertidumbre, tus creencias limitantes, el síndrome del impostor, el exponerte, tomar decisiones… Quizás lo más difícil es creértelo “de verdad” y desapegarte de tu “yo pasado”. Aunque al final aprendes que los monstruos son siempre más grandes en tu cabeza que cuando los enfrentas.
Y que no tiene sentido tratar de tener todas las respuestas antes de empezar. A medida que avanzas tu “yo” futuro tendrá otra perspectiva, más ideas, creatividad y herramientas que el que formula las preguntas ahora.
Las soluciones aparecen sólo después que los problemas.
¿En algún momento pasasteis por la crisis existencial de no saber qué hacer con vuestra vida? ¿Cómo salisteis de ahí?
Es curioso porque muchas veces parece que necesitamos una crisis o que algo nos duela mucho para cambiar. Nos da tanto miedo el cambio que necesitamos un miedo o dolor más grande que no cambiar para hacerlo.
Nos hemos encontrado con mucha gente que estaba haciendo un gran viaje y justo antes de partir había recibido un duro golpe: la muerte de alguien querido que le recuerda que nuestro tiempo aquí es limitado y que esto es un viaje de sólo ida, una separación dolorosa, una crisis existencial…
Igualmente hemos visto este patrón con historias de reinvención: gente que emprende porque en su anterior trabajo estaba muy mal, tenía ansiedad, depresión, taquicardias…
Y creemos que no debería ser así siempre, ¿no te parece?
También se puede comenzar un proceso de reinvención o un gran viaje, en vez desde el dolor, desde la alegría. O simplemente desde el deseo de mejorar.
Es curioso porque mucha gente invierte muchísimo tiempo en planear sus vacaciones (planificación, excels, foros…) pero no invierte ni un segundo en diseñar algo mucho más importante: su vida.
En nuestro caso creo que no hemos pasado por una crisis existencial. Pero sí que nos hacíamos preguntas: ¿estoy aprovechando bien el tiempo que tengo? ¿Estoy dónde quiero estar? ¿Podría hacer algo mejor?… Sentíamos que teníamos una paleta de emociones relativamente plana. No nos dolía nada mucho, teníamos un “buen trabajo”, la vida medio resuelta… Pero pensábamos: ¿eso es todo? ¿Así hasta el final?
Y fue entonces cuando decidimos hacer nuestro gran viaje que ha acabado siendo un viaje sin billete de vuelta… a nuestra vida anterior. Y ha desembocado en una historia de reinvención.
¡Ojo! Un viaje no soluciona ningún problema por sí mismo. Aunque te marches muy lejos tus problemas te seguirán o te esperarán a la vuelta. Eres tú que tienes que solucionarlos. Pero un viaje te puede ayudar mucho a ganar perspectiva y generar nuevas ideas y contactos.
¿Qué diferencias habéis notado en vosotros como persona desde que decidisteis cambiar de vida?
Libertad, propósito, impacto en otras personas, aprendizajes y, lo más importante, alegría.
Ser responsables de nosotros mismos y tener la sensación de que tenemos el control de algo muy importante: nuestra vida.
Sentir que no trabajamos duro por los sueños (o ni siquiera eso) de otra persona sino por los nuestros. Y eso te empodera. Te llena de energía.
A pesar de trabajar a veces muchísimo sentimos una gran libertad. Libertad de decisiones al no tener jefes. Libertad horaria al poder elegir cada día en que empleamos nuestro tiempo.
Pensamos que el tiempo es el activo más valioso que tenemos y preferimos apostar a la carta del tiempo en vez de la del dinero. Podemos decidir la intensidad con la que trabajamos en cada momento y la agenda de cada día. ¿Quiero acompañar a mi madre al médico? Lo hago. ¿Quiero que este lunes sea día de descanso, salir por ahí con nuestra furgo o ir a ver a alguien que me importa? Lo hago.
También libertad geográfica al poder vivir y movernos a donde queremos ya que no dependemos de un lugar fijo. No hay que volver los lunes a una oficina o un aula. Nuestro puesto de trabajo es un ordenador portátil y una conexión a internet.
Libertad de relaciones ya que podemos elegir nuestros colaboradores, clientes o en qué proyectos invertimos nuestro tiempo y energía.
Libertad de propósito. Amamos nuestro trabajo y nos hace felices ayudar a gente a cumplir sus sueños y atreverse a hacer cosas que no harían. Su ilusión y palabras de agradecimiento nos alimentan y hacen felices.
Nuestro proceso de reinvención (aún estamos en ello… siempre se está en ello) nos está ayudando a cuestionarnos ciertas creencias, cambiar pensamientos y hábitos, desaprender cosas para aprender otras que están más alineadas con nuestros valores y lo que de verdad nos importa.
Lo que nos gusta de emprender es que nos ayuda a definir lo que queremos y conocernos mejor.
Lo estamos viviendo como un despertar. Nos da la sensación que antes estábamos adormecidos y ahora vivimos de una forma mucho más consciente.
Pablo y Hippie, Bikecanine
Su primer viaje en bicicleta le cambió la vida, descubrió una nueva forma de vida que le hizo sentir pleno. Acabó dejado su trabajo fijo como bombero para recorrer el mundo en bicicleta junto con su perra Hippie. A través de su proyecto recauda fondos y conciencia sobre distintas causas.
Cuando me contaron su historia flipé. Un valiente que hace un cambio de vida tan radical que me hizo ver que, con esfuerzo y ganas, se puede conseguir todo lo que te propongas.
¿Cuál fue el desencadenante que te ayudó a tomar la decisión de cambiar de vida?
Yo creo que no hubo simplemente un desencadenante, sino que fueron una serie de factores a lo largo de mi vida que llevaron a esto.
Uno es que me encanta viajar y vivir nuevas aventuras, eso está claro. Seguía a gente que lo hacía pero pensaba que eran ricos. Conocer en persona a este tipo de gente que está viajando por el mundo y ver que era gente normal que se había buscado la vida para trabajar por Internet o trabajar temporalmente fue una de las cosas que más me ayudó. Me di cuenta que no hay que ser rico para hacer esto.
Otro motivo, por desgracia y como nos ha pasado a muchos de los que hemos hecho un cambio de vida, es sufrir un acontecimiento malo. En mi caso fue la muerte de mi padre cuando tenía 55 años. Él siempre hablaba del futuro y del momento de su jubilación. Me inculcó que había que trabajar duro y ver que él lo había hecho así y ver que había muerto antes de llegar a su esperada jubilación, me hizo replantearme todo el sistema.
Otro desencadenante fue un viaje que hice en 2014. Por entonces era bombero, solía viajar solo en mi mes de vacaciones. Sabía que me gustaba mucho viajar pero no sabía si me gustaría estar viajando todo el tiempo así que pedí un permiso de 3 meses para probar. Recuerdo que el día que estaba volviendo lloré porque no quería volver a trabajar. No porque no me gustara mi trabajo, me encantaba, sino porque viajar me gustaba muchísimo más. Ahí fue cuando me propuse dejarlo todo.
No hubo una cosa en concreto. Igual que estos tres factores, hubieron muchos más porque al final, el camino que vamos eligiendo es fruto de muchos cruces que vamos encontrado en la vida.
¿Qué tipo de cosas te ayudaron a dejar de soñar y pasar a la acción?
Bueno, esta te la respondo un poco también en la pregunta anterior. Una de las cosas que me hizo dejar de soñar y decir “ostras esto igual se puede” fue ver a otras personas que lo estaban haciendo. Ahora mismo es muy fácil, en la época de las redes sociales e Internet es super fácil dar el paso porque estás viendo a miles y miles de personas que lo están haciendo.
Cuando empecé con este proyecto vivía de mis ahorros y trabajaba de vez en cuando haciendo páginas web. En realidad no vivía de mi proyecto, que era lo que me había propuesto al principio. Por eso, otra cosa que me hizo dejar de soñar y pasar a la acción fue que se me acababa el dinero. Llegó un momento en el que me quedaba solo para viajar un par de meses más, ahí me di cuenta de que tenía que ponerme en serio con esto y empecé a hace un vídeo diario en Youtube. A partir de ahí todo empezó a despegar.
¿Cuál es el principal cambio que has notado en ti desde que vives una vida a tu medida?
El principal cambio que he visto en mí es que ahora soy feliz prácticamente todo el tiempo, antes no. Tener un jefe que te dijera lo que hacer y tener una rutina es algo que me mataba. En realidad ahora trabajo muchísimo más que antes y tengo miles de jefes, porque cada seguidor que tengo en las redes es un jefe. Puede parecer un poco contradictorio, la diferencia es que ahora creo en lo hago y eso me hace feliz. Gracias a eso he conocido a otra gente que está viviendo la vida que quiere y esas personas son personas muy especiales. Me gusta tenerlas siempre cerca porque me apoyan y me dan fuerza para seguir.
Con 29/30 años y estaba trabajando de bombero fue cuando empecé a replantearme mi vida. Me sentía super viejo porque veía mi vida como encarrilada. Era el más joven en mi trabajo y mis compañeros eran como el reflejo de mi futuro. Estaba el que se estaba casando, el que estaba teniendo hijos, el que los hijos ya eran adolescentes y daban problemas, el que se estaba divorciando y el que se iba a jubilar. Los miraba y veía como mi vida ya estaba sentenciada a pasar por todo eso. A los 33 años dejé el trabajo, ahora tengo 36 y me siento como si tuviera 20 años. Lleno de vitalidad, lleno de energía, lleno de felicidad y con toda la vida por delante… Es un cambio bastante grande que me encanta sentir, sentirme joven.
Me acuerdo una vez que estaba trabajando subido a un tejado en una tercera planta apagando el fuego de la chimenea de una casa. Estaba nevando y el tejado resbalaba muchísimo y pensé “¿yo que hago aquí?”. Entendía que era parte de mi trabajo y me sentía bien ayudando a la gente pero pensaba “si yo ahora me caigo de aquí y me rompo una pierna o me muero, al final lo único que he hecho ha sido apagar un incendio en una casa. No he hecho nada con mi vida.” Imaginarme la situación me dio mucha pena, no por miedo sino porque sentía que si moría, mi vida no hubiese tenido sentido. Ahora en cambio, haciendo lo que me gusta hay muchas veces estoy en situaciones de riesgo, pero si ahora me pasara algo sé que moriría feliz y espero que la gente que me conoce sienta lo mismo.
¿Cómo se tomaron tu decisión las personas de tu alrededor?
La gente, la sociedad (y yo me incluyo) nos inculca el miedo. El miedo es la manera que tienen de controlarnos para que no te salgas del camino establecido y que te comportes como un ciudadano ejemplar. Entonces, cuando alguien rompe un poco con estos esquemas y hace algo diferente, a los demás les provoca miedo. La mayoría de las personas de mi alrededor reflejaron sus miedos en mi historia. Había quien me decía “¿qué vas a hacer cuando seas mayor y te jubiles?” dejando ver su miedo a quedarse sin dinero, el de “¿qué vas a hacer todo el día en la bici? Te vas a cansar.” mostrando su vagueza, o los de “no me das ninguna envidia”, que en realidad lo que reflejaba es que sí tenían envidia. No porque lo que yo hago sea lo mejor, sino porque esa persona no estaba feliz con su trabajo y ver que otra persona rompía con su trabajo, siendo un buen trabajo con buen sueldo y buen horario, para cumplir su sueño y mientras ellos se quedaban en un trabajo con peores condiciones por falta de valor sacaba sus miedos a la luz.
La vida me fue alejando de esas personas que me habían tocado y fue juntándome con otras personas que estaban en el mismo camino que yo. Y no quiere decir que sean viajeros, sino personas que viven la vida que les da la gana, hacen lo que les gusta y viven para ser felices, no viven para ganar dinero ni pagar facturas. Ahora mismo hay un cambio en la sociedad, o por lo menos yo lo veo así. Antes lo único que se hacía era trabajar todo la vida dejando para más adelante eso de disfrutar de la vida. Ahora yo lo veo muy diferente, ahora existe gente que quiere aportar cosas al mundo.
Otra cosa importante fue contar con el apoyo de mi madre. Mi madre siempre me dice que haga lo me haga feliz, que lo importante en la vida es disfrutar, aprovecharla y ser feliz.
¿Cómo te quedas después de leer sus historias de reinvención?
Probablemente ya los conocías pero, ¿sabías cómo habían llegado hasta ahí?
Si te das cuenta, todos coinciden en dos ideas principales: trabajo duro y mucha felicidad.
Todos tuvieron que abandonar la comodidad de su rutina y su estabilidad financiera para empezar una nueva vida luchando por conseguir su sueño.
Todos tenían sus miedos, como tú y como yo en este momento. Y aún con eso, todos están enamorados de lo que hacen y están felices con su reinvención.
¿Quieres ser como ellos?
Pues ya lo sabes.
No seas esclavo de tu sueldo. Trabaja tu autoconocimiento si no sabes qué hacer con tu vida y, sobre todo, no dejes que los miedos te frenen si quieres crearte una nueva vida.
Lo más difícil ya lo has conseguido, has sido capaz de salir del modo zombie y reconocer que quieres mejorar. Ahora lánzate y apuesta por ti. Con las herramientas adecuadas, esfuerzo y dedicación, tú también puedes conseguirlo.
Si no sabes por dónde empezar, descarga gratis mi guía práctica 6 CLAVES PARA EL CAMBIO, donde además de hablarte con más detalle de cada una de las claves, te propongo unos ejercicios para que le des vueltas al coco y descubras qué es lo que realmente te frena y te animes a dar el paso al cambio.
reinvención reinvención reinvención reinvención reinvención reinvención reinvención reinvención
Hola susana
Mi nombre es william rivera tengo 20 años. He leido todas las historias y leerlas son de maravilla es un gusto saber que personas tuvieron el valor de seguir con sus sueños sin importar los obstaculos que se pudieron presentar en el camino . Yo tambien quisiera viajar por el mundo dando a conocer mis experiencias .
Un abrazo desde colombia¡!!
Susana . Tengo 44 años, un esposo maravilloso y una hija de 13 años. He leído todas estas historias maravillosas y ciertamente quisiéramos cambiar nuestra vida. Estamos siguiendo el camino que la mayoría y nuestros días transcurren pagando las cuentas. No sé como empezar. Me ayudaría muchísimo una guía. Conoces familias que lo hayan hecho para poder conversar con ellos? Un abrazo
Pues, después de leerlos, les cuento ,tengo 63 años y estoy cansada de que todo sea tan chato en mi vida, y por eso mismo estoy pensando en irme a vivir a Bariloche, sin tiempo ni memoria, sólo a disfrutar del aire que allí flota
Eso suena geniaaal Irene! Te deseo lo mejor en esta nueva etapa! Ya nos contarás qué tal el cambio 😉
Ha sido un placer llegar hasta aquí y leer todas estas historias… algunas las conocía, otras no, y todas tienen algo en común que a mi también me gustaría conseguir. Gracias por «juntarlo todo» tan bien. Abrazo.
¡Hola Luz! Muchas gracias por tu comentario 🙂
Me alegra que te haya gustado esta recopilación, la verdad es que sus historias a mí me motivaron mucho. Estoy segura de que con tiempo y esfuerzo, tú también podrás conseguir lo que quieres. ¡Mucho ánimo y un abrazooo!
Hola Susana,
muchas gracias por haberme invitado a tu blog y por haberme hecho compartir post con gente a la que admiro. A día de hoy puedo considerar a muchos de ellos como amigos tras haber compartido tiempo juntos . Espero que al resto los pueda desvirtualizar en breve.
Eres una persona con un potencial enorme, así que te recuerdo lo que te dije aquella noche cuando lanzamos la moneda: Sé valiente y apuesta por ti misma.
Un fuerte abrazo,
Luis
¡Mil gracias Luis!
Gracias por seguir animándome a conseguir lo que quiero ❤
Te deseo lo mejor en esta nueva etapa de tu proyecto, estoy segura de que a través de ella vas a ayudar a muchísimas personas más.
¡Un abrazoooo!
¡Gracias Susana por compartir un pedacito de nuestra historia y de gente a la que admiramos… pero sobretodo por tu buena energía, inspiración y por ayudar a la gente a escuchar más a sus tripas y su corazón que son los que muchas veces saben mejor que tu cabeza que es lo que de verdad necesitas!😉
¡Un placer y un honor formar parte de esto tan bonito que estás creando!
¡2 abrazos MUY fuertes!
Gracias a vosotros por compartir vuestras historias e inspirar cada día a otras personas que aún no han tenido el valor de pelear por sus sueños. ¡Ver vuestras caras de felicidad creo que es la mejor motivación que nadie puede tener! 🙂
¡2 fuertes y largos abrazos!