No es la primera vez que hablo de esto. Es más, si me sigues de antes sabrás cuáles son mis objetivos de este año ya que los publiqué en Instagram a principios de año.
El caso es que estamos ya en mayo (¡el tiempo vuela!) y creo que va siendo hora de hacer balance de situación. Y aprovechando que realmente nunca escribí un post en el blog hablando sobre ello, he decidido hacerlo ahora, y así de paso te lo recuerdo para que tú también pienses un poco sobre el tema y veas cómo va la cosa.
¿Eres de los que se pone objetivos cada año?
Si has dicho que sí, ¿los revisas en algún momento del año o los dejas ahí escondidos en algún rincón de tu mente hasta las próximas navidades?
Hagamos un pequeño repaso de la parte teórica de todo esto…

«No hay viento favorable para quien no sabe a qué puerto se dirige»
Índice
¿Por qué es importante ponerse objetivos?
Si no te marcas objetivos corres el riesgo de que pasen los años y tu vida siga siempre igual.
Así fue como empezó todo para mí. Un día hablando con mi amiga Rosana, quejándonos de la sensación de tiempo perdido que teníamos, nos dimos cuenta de que el fallo era nuestro. Decidimos hacer algo al respecto y desde entonces pensamos siempre un lista anual de objetivos, que compartimos entre nosotras para presionarnos un poco más a la hora de cumplirla. A lo tonto llevamos así ya 6 años y ¡funciona!
Crear una lista de objetivos nos obliga a pensar sobre el estado actual de nuestras vidas, y eso nos ayuda a ver qué cosas nos gustaría mejorar.
¿Hay algo que me haya quedado con las ganas de hacer? ¿Cuáles han sido mis mayores logros este año? ¿Algún aspecto de mi vida que me gustaría mejorar? Este tipo de preguntas siempre dan buenas ideas para incluir en la lista.
¿Cómo marcarse objetivos?
Hacer introspección y tener claro el por qué de esos objetivos es vital, hará que tengas la motivación que necesitas para luchar por ellos. Pero por desgracia, eso no lo es todo. En mi opinión, hay otros dos factores aún más importantes que son los realmente decisivos:
1. El tipo de objetivos que te marques
Lo explicaré con un ejemplo muy claro. Si me pongo como objetivo perder peso pero no hago nada de ejercicio ni me pongo a dieta, obviamente será imposible que lo consiga. O sí, porque si pierdo medio kilo, ¿significa eso que ya he conseguido mi objetivo? Algo falla aquí…
Seguro que lo que te voy a contar ahora ya lo has visto por ahí antes. Para marcarse objetivos inteligentes, el objetivo tiene que cumplir una serie de requisitos. Hay un método muy conocido que habla sobre esto, el método SMART.
Los objetivos deben ser:
S – Específicos: deben ser lo más concretos posible.
M – Medibles: deben ser cuantificables para poder medir si se consigue o no.
A – Alcanzable: deben suponer un reto para nosotros pero siempre tienen que estar dentro de nuestras posibilidades y ser acordes a nuestra situación.
R – Relevante: deben suponer un resultado deseado, ser positivos para nosotros.
T – Temporal: deben tener una fecha límite.
Ejemplo de objetivo inteligente: perder 10 kilos en un año.
2. El tiempo que les dediques
O dicho de otra manera, tu fuerza de voluntad. Porque por muy inteligente que sea el objetivo que te marques, si luego te olvidas de que existe y no haces nada por cumplirlo, lo más probable es que llegue el final de año y estés igual que empezaste.
Por eso es importante hacer algún que otro balance de situación por el camino. Porque así podrás organizar un poco lo que necesitas hacer para cumplir tu objetivo. Siguiendo con el mismo ejemplo, si quieres perder 10 kilos en un año, lo suyo es que te organices para practicar algún tipo de deporte dos o tres veces a la semana, y que además lo combines con una buena dieta. No esperarás perder peso como por arte de magia, ¿verdad?
Yo intento tener mi lista de objetivos en un lugar visible y echarle un vistazo de vez en cuando para ver cómo voy. Incluso los anoto como tareas pendientes en mi Kanbanflow (mi agenda online, aplicación que ya conocerás si me seguiste en Instagram cuando hablé de mi reto Misión Emprender). Es decir, no me los tomo a la ligera. Porque aunque no hay una planificación determinada y voy decidiendo sobre la marcha trabajar en el objetivo que me pide el cuerpo, al menos si hay una especie de organización, un sistema que me he creado para poder hacerlo efectivos y no olvidarme de ellos. Si no fuera así y lo dejara todo a lo que mi mala memoria quisiera recordar o si quisiera gestionarlos todos a la vez, probablemente acabaría volviéndome loca y tirando la toalla. Por eso intento trabajarlos de uno en uno. Empiezo por el más fácil y no paso al siguiente hasta que lo acabo, intentando cumplir uno cada mes para que no se me acumulen.

Pai, Tailandia
Mis objetivos 2019
Esta vez el final de año me pilló en Pai (Tailandia), un paraíso natural. El lugar ideal para reflexionar y visualizar qué objetivos quería conseguir durante este año. De allí salió una lista un poco diferente a años anteriores, una lista mucho más personal y encaminada a lo que ahora es mi prioridad: el autoconocimiento. 12 propósitos que implican superación, tanto a nivel personal como laboral.
Por si te la perdiste cuando la compartí en Instagram, la vuelvo a compartir una vez más contigo:
– Viajar a latinoamérica
– Meditar a diario
– Hacer un retiro de meditación Vipassana
– Hacer un curso de Yoga
– Escribir un post cada 15 días
– Conectar con 2.000 suscriptores
– Investigar mi árbol genealógico
– Leer mínimo 6 libros
– Quitarme el miedo a la bicicleta
– Aprender a tocar una canción en ukelele
– Enamorarme
– Ir a un café de gatos
Desde el principio supe que era una lista arriesgada y confesé que me estaba flipando, pero aún así decidí seguir adelante con ella porque creía que me podía inspirar y traer grandes momentos.
Sé que no todos ellos son objetivos inteligentes. Por ejemplo, lo de enamorarme no es algo que dependa completamente de mí o que yo pueda controlar, pero igual que siempre se me cuela alguna frikada facilita de cumplir, siempre se me antoja otro sueño imposible de conseguir. ¡Así soy yo, no lo puedo evitar!
Conclusión
Una de las cosas más complicadas que veo a la hora de marcar objetivos a largo plazo es la habilidad de elegir correctamente. Me explico… En un año pueden pasar muchas cosas y lo que para ti es importante un día, al otro puede dejar de serlo. Por eso intento pensar mucho en qué es lo que me impulsa realmente a elegir esos objetivos. De esta forma me aseguro de que aunque pasen los meses, seguiré luchando por conseguir cada uno de ellos.
Por diferentes razones, para la Susana de hace 5 meses era importante cumplir estos objetivos así que seguiré luchando por conseguir llevar a cabo los máximos posibles. Porque de alguna manera, cumplir estos 12 objetivos me acercará a ser la persona que quiero llegar a ser.
¿Qué hay de ti? ¿Has hecho alguna revisión de objetivos o los tienes completamente abandonados? ¡Cuéntame en los comentarios!
Si eres de los que no se pone objetivos de año nuevo, aún estás a tiempo. Yo aprovecho siempre el final de año porque me da por ponerme más pensativa, pero siempre es un buen momento para marcarse objetivos. Ahora que ya sabes cómo hacerlo bien, ¡aprovecha!
El de enamorase lo veo un poco flipado XDDDD
XD lo sé! Es el más complicado… pero me apetecía arriesgar! 🙂