Aguas turquesas, arena blanca… Koh Rong Samloem es lo más similar al paraíso que he visto en mi vida. Un pequeño paraíso en Camboya que destaca por la belleza de sus playas y la simpatía de su gente.
A diferencia de la vecina Koh Rong, mucho más desarrollada y conocida por sus fiestas, esta isla es una zona mucho más virgen que goza de una tranquilidad sorprendente.
La isla tiene varias playas, puedes llegar de una a otra siguiendo las sendas que atraviesan varias zonas de selva. Un poco de aventura para un lugar tan tranquilo nunca está de más, ¿no?
Además, cuando cae la noche el mar se ilumina por la presencia del plancton luminiscente en contacto con el movimiento. ¿Qué más se le puede pedir al paraíso?
Índice
El cuento
Koh Rong Samloem es el lugar ideal para descansar y disfrutar de la tranquilidad de sus playas, pero entre baño y baño también hay alguna que otra escapadita que puedes hacer para conocer mejor la isla.
Saracen Bay
La playa más extensa y, en mi opinión, la más bonita de todas gracias a su peculiar arena blanca. Curiosamente, a pesar de ser la que más alojamientos tiene a primera línea de playa, durante mi visita allí estaba completamente desierta. No había nadie tomando el sol ni una sola persona dándose un baño, y te aseguro que los alojamientos estaban casi todos llenos. Es algo que no logré entender. ¿Cómo una playa así de bonita estaba tan vacía?
Cuando cae el sol la playa también tiene un encanto especial. No hay más iluminación que la que le llega desde los pocos restaurantes que hay por el camino y algún que otro árbol con lucecitas de colores. Sin duda, el paseo a orillas del mar más bonito que he dado en toda mi vida, se pueden ver las estrellas perfectamente. De noche la zona sigue muy tranquila, nada de ambiente de fiesta, solo alguna que otra parejita disfrutando de un paseo a la luz de la luna. La única pega que encontré es que cuando cae la noche, la marea arrastra la basura de otras islas hasta la orilla. Dependiendo de la temporada las corrientes llegan a un lado o a otro de la isla, y en noviembre tocaba aquí. De todas formas, cada mañana se preocupan de recogerla toda a primera hora de la mañana y mantenerla bien limpia.
Sunset Beach
Al otro lado de la isla está Sunset Beach, la playa más natural de todas. Su agua es más cristalina y tranquila pero el color de su arena ya no llama tanto la atención.
Apenas tiene un par de sitios donde alojarse y a partir de las diez de la noche ya no hay electricidad. Para llegar allí hay que atravesar la selva por un recorrido de unos 45 minutos que sale desde embarcadero principal de Saracen Bay. El camino es algo complicado, con algunos tramos de subida un poco duros, imprescindible calzado adecuado.
¡Ojo! Si reservas tu alojamiento aquí ten en cuenta que tendrás que pasar por esto para llegar con tu mochila a cuestas. Nos encontramos a varias personas con ese problemilla por el camino y no parecía que lo estuvieran pasando muy bien.
Lazy Beach
También al otro lado de la isla y muy parecida a Sunset Beach. Igualmente hay que atravesar la jungla pero por un camino diferente. Hay que coger la senda que sale desde el Octopusy Bar, en este caso un recorrido mucho más sencillo, completamente plano y más corto. Aproximadamente 20 minutos y con un poco de suerte podrás ver monos por el camino. Yo por desgracia no la tuve 🙁
El amanecer o la puesta de sol
Según en que zona de la isla te alojes podrás ver una cosa o la otra. Por desgracia no puedo poner foto de ninguna de las dos cosas porque los tres días que estuve allí estaba nublado. Pero por lo que me contaba la gente que había tenido mejor suerte, son espectaculares.
Baño nocturno con plancton luminiscente
Otro de los motivos por los que elegí esta isla fue porque quería nadar entre el plancton luminiscente. Esos pequeños microorganismos que reaccionan iluminándose al entrar en contacto con algo. Una vez más, la mala suerte no me dejó disfrutar de este espectáculo en ninguna de las playas. Depende bastante de la temporada y del estado del mar, que por lo visto no era el idóneo.
Cuando no es así, basta con meterse un poco al agua para verlo. Aunque también puedes contratar una excursión para que te lleven en barca a una zona más lejana de la orilla.

Fuente: Visit! Koh Rong Samloem
Las historias para no dormir
Todo viaje tiene su aventura y estoy segura de que las de Koh Rong Samloem serán de esas historias que acabaré contando a mis nietos.
Como he dicho antes, Saracen Bay es la playa con más opciones. Por eso nuestra primera noche la pasamos allí en el Paradise Villas, en una cabaña privada con vistas al mar.
El sitio era maravilloso y la cabaña una cucada, pero recuerda… estás en la selva. Esa noche dormimos acompañadas de lo que creíamos que era un pájaro que cantaba algo así como “uuuuuuuuuuiiiiiiiiii uuuuuuuuuuiiiiiiiiii gecko gecko”. Al día siguiente nos contaron que los geckos (se llaman así por el ruido que hacen) son una especie de lagartos que pueden llegar a medir casi medio metro. ¡Imagina nuestras caras! Jajajajaja Por no mencionar que amanecí con los tobillos habiendo sido manjar para pulgas.
Aún así, doy una buena puntuación al sitio. La ubicación es perfecta, la comida muy buena y el sitio muy bonito. No hay que olvidar donde estábamos, probablemente en cualquier lugar pasará lo mismo, bueno excepto en los resorts con paredes de hormigón y puertas pero entonces el lugar no tendría el mismo en canto, ¿no crees?
El segundo día, en nuestra ansia por encontrar el plancton luminiscente, decidimos perder una noche de nuestro alojamiento en Saracen Bay para dormir en Sunset Beach. La playa más virgen, donde nos dijeron que tendríamos más posibilidades. Atravesamos la jungla, pasamos el día por allí visitando la zona y reservamos en el único lugar disponible: El Huba-Huba. Los comentarios en Booking eran algo desconcertantes porque no había término medio, o amaban el lugar o había sido la peor noche de sus vidas. Nos pareció algo extraño pero hay gente muy tiquismiquis por ahí así que nos aventuramos. Solo quedaban dos huecos en una habitación compartida para 8 personas a orillas de la playa por el módico precio de 9$. ¡Perfecto!
Pasamos el día tranquilamente en la playa, cenamos unos creps deliciosos y nos fuimos corriendo al agua a nadar entre lucecitas. El plan era prometedor, si no fuera porque el plancton brilló… ¡por su ausencia!
Resignadas decidimos irnos a dormir temprano. Al llegar a nuestra habitación estaban todos mirando con lupa cada milímetro de su cama asegurando que había pulgas. Ya se habían dado un manjar conmigo la noche de antes así que tampoco me agobiaba mucho la situación pero para mi sorpresa 3 decidieron irse a dormir a la playa (qué locura pensé, con la de animales sueltos que hay por ahí fuera) y otros 2 desaparecieron. Nos quedamos 3, una en cada punta de la habitación, sin luz y pensando en las pulgas.
Ahí aún no sabíamos que lo mejor estaba por venir… En cuanto nos quedamos en silencio empezaron a llegar ratas y más ratas que decidieron montar una maratón en nuestra habitación. Se pasaron la noche recorriendo cada pared, cada cama y cada rincón de nuestra habitación sin parar de gritar mientras nosotras éramos un bichobola en el centro de la cama con el móvil en la mano para “asustarlas” cuando las notábamos al lado. Vamos… que no pudimos pegar ojo en tooooda la noche, y no he conocido noche más larga que esa!
Al final resultó que todos durmieron mejor que nosotras. Nos quedamos sin ver el plancton pero superamos la aventura de las ratas con éxito 🙂 Desde entonces cuando la gente me pregunta por mi viaje lo único que quiere es que le cuente de nuevo la historia de las ratas o del gecko para reírse a nuestra costa. ¡Y no me extraña! En el momento lo pasamos mal pero ahora siempre nos reímos con el recuerdo y nos lo tomamos como un reto superado 😉
Cómo llegar
Para llegar hay que coger el ferry desde Sihanoukville, a donde se puede llegar en bus o en avión.
Hay varios tipos de ferry, lo mejor es mirar cuál es la que más te interesa según donde te alojes porque no todos hacen parada en todos los embarcaderos.
Fuente: Visit! Koh Rong Samloem
Consejos
- Lleva efectivo, dólares $. La mayoría de los sitios no aceptan pagar con tarjeta de crédito y si lo aceptan te cargan el 3% de comisión. Además allí no hay bancos, no podrás sacar dinero.
- Algunos sitios de la isla cortan la electricidad a las 22:00h, tenlo en cuenta si has de cargar el móvil, la cámara o lo que sea.
- No todos los sitios tienen wifi y los que lo tienen está en la zona común.
- En el Bar del Paradise Villas se come genial y no hace falta que duermas allí para acceder. Te recomiendo que pruebes su Amok y la Brusschetta.
- Si vas al Huba-Huba, elige los bungalows privados. Están genial y allí no entran ratas, de ahí la diferencia entre unos comentarios y otros. Porque salvo por lo de no poder dormir, el sitio en sí está genial ubicado y tiene muy buenos precios.
- No hay tiendas ni supermercados, lleva encima lo imprescindible. Puedes comprar alguna botella de agua y algo de picoteo en el supermercado de Sihanoukville, pero siempre cosas empaquetadas. Recuerda que estás rodeado de selva, con su respectiva fauna, y no querrás que invadan tu cabaña en medio de la noche para comerse tu comida. Más de un susto se han llevado algunos 😀
¿Te ha pasado algo similar en tus viajes? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
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