¿Te levantas cada mañana amargado pensando en el día que te espera? ¿Te pasas la semana esperando que llegue el viernes para salir de trabajar y desconectar? ¿Los lunes son tu peor pesadilla? ¿Vives soñando con un cambio que nunca llega?
Si has contestado que sí a estas preguntas, contéstame algo…
¿Cuánta vida te cuesta tu sueldo?
No sé si te has parado a pensarlo seriamente en algún momento.
Probablemente pienses que es lo normal. Es lo que nos ha tocado vivir si queremos tener una estabilidad económica en la vida, un buen por venir en tu futuro. Al menos eso es lo que te han estado diciendo toda la vida, ¿verdad?
Hagamos un prueba, no llevará ni un minuto. Cierra los ojos unos segundos y desconecta de todas esas voces que te dicen qué hacer, incluso de la tuya. Olvida el sistema tal y como lo conoces, apaga tu mente y contesta a esta pregunta:
¿Vives o sobrevives?
Índice
¿Vives o sobrevives?
Si sigues leyendo es porque te identificas de alguna manera con lo que estoy diciendo. Seguramente te has pasado la vida intentando encajar en el sistema: estudiar, trabajar… quizás hasta has llegado ya al momento de comprar tu propia casa y/o tener hijos. Todo eso con la falsa promesa de convertirte en una persona de provecho.
No me malinterpretes, si es así y te gusta tu vida, ¡adelante con ella! Puedes dejar de leer este post porque entonces no te va a servir para nada. Pero algo me dice que no es así, que si has seguido leyendo es porque has contestado afirmativamente a todas esas preguntas.
Entonces amigo mío, lo siento pero creo que estás malgastando tu vida.
No eres feliz. Y no me extraña.
Cómo vas a ser feliz llevando una vida que no te gusta. Probablemente no sabes ni cómo has llegado hasta ahí. Una cosa llevó a la otra, en el momento te pareció lo correcto y… ¡pum! La vida pasa y tu sigues con esa sensación de vacío dentro que te atormenta cada día.
Algunos lo llaman estar en la rueda de la rata, que da vueltas y vueltas y no puede parar. Otros, vivir en piloto automático. A mi me gusta llamarlo vivir en modo zombie.
¿Vives en modo zombie?
El modo zombie es fácil de detectar. Estas son algunas de sus cualidades habituales:
- Son personas que viven por inercia, inmersas en una rutina que no les motiva en absoluto.
- Nunca salen de su zona de confort.
- Suelen tener un carácter irascible, amargado. La queja y la crítica son sus juegos favoritos.
- Se proponen cambiar el mundo desde la comodidad del sofá de su casa o la mesa del bar.
- Sus sueños siempre empiezan con las palabras “Algún día…” Ejemplos más comunes: “algún día iré a Tailandia”, “algún día daré la vuelta al mundo”, “algún día tendré un mejor trabajo”…
En definitiva, son personas que se engañan a si mismas. Se ponen una venda en los ojos porque mirar más allá les aterroriza.
Oh sí, conozco bien esa sensación. Yo misma viví en modo zombie muchos años. Estudié una carrera por obligación sin tener ni idea de qué quería hacer con mi vida, después busqué un buen trabajo y aguanté allí carros y carretas durante casi 11 años. Hasta daba las gracias por tener trabajo porque otros de mi alrededor no tenían ni eso.
Por suerte, después de mucho trabajo, un día me di cuenta de que lo realmente terrorífico sería vivir así toda la vida.
Dime, ¿realmente crees que la vida es eso?
¿Qué te impide escapar?
Si nos ponemos a pensar en todos los motivos que nos frenan te aseguro que podemos hacer aquí una lista interminable. Así grosso modo los principales son:
- Miedo al fracaso
- Miedo al qué dirán
- Miedo al cambio
- Falta de dinero
- Falta de tiempo
- Falta de confianza en uno mismo
- Tener que cumplir con obligaciones: familia, hipoteca, facturas…
Por decir algunas, porque si sigo pensando no acabo nunca la lista. Por el momento, estoy segura de que ya te has hecho una idea de todo lo que hay ahí e incluso se te han ocurrido otros motivos. Ya profundizaremos en detalle el tema de los miedos en otro momento.
Mientras tanto, los resumiré todos en una palabra. Un sentimiento que engloba todo estos motivos y que a pesar de ser el responsable de muchos de nuestros bloqueos, está muy poco en nuestro vocabulario. La incertidumbre.
Si me tocara la lotería, si supiera que me va salir bien, si me aseguran que consigo otro trabajo rápido…
Hay que ver qué poco nos gusta no tener el control de las cosas, ¿eh?
Ya lo dice el refrán “más vale malo conocido, que bueno por conocer”. Nos aferramos a esa falsa idea de seguridad que nos hace seguir en nuestra zona de confort y preferimos vivir amargados antes que enfrentarnos a la incertidumbre y arriesgar por el cambio. Y si bien lo miras, en realidad no tenemos tanto que perder.
Si nos arriesgamos a dejar un trabajo que nos tiene amargados pueden pasar dos cosas: que nos la juguemos, salga bien y consigamos por fin hacer eso que llevábamos tanto tiempo soñando; o que nos la juguemos, salga mal y acabemos en otro trabajo igual de amargados, en cuyo caso lo único que pasa es que volvemos a estar en el mismo punto que estábamos. ¿Qué tenemos que perder? ¡Nada en comparación con todo lo que podemos llegar a ganar!
Pero… ¿y si te dijera que todo esto en realidad son chorradas? Tonterías que no nos dejan centrarnos en lo realmente importante.
La cruda realidad
La realidad es que nos estamos olvidando de lo más importante: nuestro tiempo aquí es limitado.
Pensamos que ya habrá tiempo para cumplir sueños más adelante, cuando ahorre dinero o si me toca la lotería, cuando tenga más tiempo libre, cuando me jubile… y quizás ese momento no llegue nunca.
Estás sacrificando los mejores años de tu vida y tus sueños a cambio de una cantidad de dinero, que al contrario de lo que se piensa, no te está dando la felicidad y no te asegura nada. Probablemente, cuando te jubiles tengas aún menos dinero porque tendrás más obligaciones, tendrás mucha menos energía y seguramente ya no te quede ni la ilusión por cumplir esos sueños. Eso si todavía estás aquí porque nadie te asegura que de aquí a unos años, o mañana, ocurra un accidente o llegue una enfermedad que le ponga fin a todo.
Perdona si te parece brusco lo que digo, pero es la cruda realidad y lo mejor es vivir siendo conscientes de ella si no quieres ser de esos que llegan al final de sus vidas lamentándose por todo lo que no se atrevieron a hacer y ya no pueden.
A mi me costó darle la prioridad que se merecía a mi tiempo. Me costó una temporada larga luchar contra viejos patrones de pensamiento que me frenaban. Me faltaba tener confianza en mi misma, al principio no me atrevía a hacer nada por solucionarlo.
Recuerdo estar en plena crisis existencial y desear que me pasara algo gordo, estilo un accidente grave o algo así que me hiciera tener la fuerza necesaria para dar el paso. Ahora lo pienso y se me cae la cara de vergüenza.
¿Realmente necesito tener un accidente tan grande o pasar por una enfermedad para cumplir mis sueños?
NO, POR SUPUESTO QUE NO.
Lo que se necesita es tener seguridad es uno mismo.
Yo tenía claro que no quería tener ese estilo de vida. Solo 30 días al año para hacer lo que que quisiera con mi vida no me daban la felicidad. Me preguntaba constantemente a mi misma: si murieras mañana, ¿morirías feliz?
Te puedes imaginar la respuesta al principio. Eso fue lo que me impulsó a ir cambiando de actitud poco a poco. Me propuse hacer algo cada día que me acercara a conseguir la vida que quería vivir, por pequeño que fuera el paso.
Así que si tu situación es la misma, te recomiendo que te dejes de excusas de tiempo y dinero cuanto antes.
Analiza a qué cosas le dedicas tu tiempo cada día. ¿Cuánto tiempo pasas viendo la tele, navegando por las redes sociales o haciendo otras cosas prescindibles? ¿Cuánto tiempo dedicas a hacer algo que te acerque a conseguir lo que quieres?
Recapacita, reorganiza tu vida y con un poco de esfuerzo diario, cada día estarás más cerca.
Deja de esperar al fin de semana o a tu mes de vacaciones para ser feliz. La vida es cuestión de prioridades. Ponte a ti y a tu felicidad en primer lugar y pasa a la acción.
La recompensa
Si te preguntas qué es lo que hay esperando al otro lado de esta decisión, la respuesta es muy sencilla:
TU LIBERTAD.
Una libertad con la que llevas soñando mucho tiempo y que te permitirá:
- Tomar las riendas de tu vida y hacer lo que quieras con ella
- Vivir acorde a tus principios y valores, siempre fiel a ti mismo
- Ganar confianza en ti mismo
- Sentirte realizado
- Volver a disfrutar de la vida
No te mentiré, esto no es cuestión de tomar una decisión y ya está. Hay que hacer un gran esfuerzo diario. Buscar alternativas, formación, probar cosas nuevas, salir de la zona de confort, trabajar, trabajar y volver a trabajar. Pero esta vez como a ti te gusta y por algo que tú quieres. Esa es la gran diferencia. Aún así, no es un camino fácil, pero sí muy gratificante.
Cuando pasas a la acción la vida te recompensa.
Espero no haberte abrumado con tantas preguntas. Mi objetivo no es decirte cómo tienes que vivir tu vida, eso solo lo puedes elegir tú.
Lo que sí espero es que todas esas preguntas hayan despertado sensaciones dentro de ti y que hayan abierto la puerta a nuevas posibilidades.
Tranquilo, sé que todas esas sensaciones suelen venir acompañadas de miedos. Es lo normal. Por eso he decidido profundizar más en este tema que preocupa a tanta gente hoy en día.
Este mes lo voy a dedicar a hablar sobre la REINVENCIÓN. Cada semana habrá un nuevo post hablando sobre esta temática para ayudarte a ver que las cosas son más fáciles de lo que parece al principio. Qué se siente, cómo es el proceso, miedos comunes… Incluso quiero contarte las historias de otras personas que lo han conseguido por si, después de todo, aún te queda alguna duda.
Así que ya sabes, ponte las pilas que este mes toca pensar tu futuro próximo, no sólo en las próximas vacaciones.
Si no quieres perderte nada, lo mejor es que estés suscrito al blog para recibir en tu correo antes que nadie la información. Además, si te suscribes ahora recibirás gratis mi guía práctica 6 CLAVES PARA EL CAMBIO, con las herramientas que a mi me ayudaron a hacer ese cambio de vida que tantos años estuve atrasando.
¡Recuerda! Como dice la canción de Estopa: Lo que no sobra nunca siempre es el tiempo.
¿Vives para trabajar o trabajas para vivir?
¡No te conformes con vivir en modo zombie!
Aprovecha los comentarios para preguntar lo que quieras o contarme cómo te sientes con tu vida y si tienes planes de cambio.
Llegue a este espacio pues justo estoy en esa discrepancia, y cuando tienes cierta edad e hijos a tu cargo el miedo que tienes inoculado se multiplica, pero cada día me cuesta más trabajo asistir a mi trabajo, y me siento sumamente infeliz y descontenta. Mi mayor miedo es seguir sobreviviendo así.
Estaba en la búsqueda de conectarme con otros seres humanos que estuvieran en este mismo viaje y llegue aquí, así que al ponerlo por escrito aquí la decisión esta tomada. No puedo continuar en mi trabajo, ni con este modo de llevar la vida que ya no lo es. Acaba uno por no reconocerse.
Wow Maria Elena! Enhorabuena por tu determinación! Por supuesto que no es una decisión fácil, y menos con hijos a tu cargo, pero sí necesaria para poder llevar una vida feliz. Al final es un valor bonito que transmitir a tu familia también, no crees? Me alegra mucho que hayas tomado la decisión de luchar por tu bienestar! Enhorabuena y mucho ánimo en tu proceso de cambio. Un abrazo!
¡ Hola Susana ! Te saludo con muchísimo gusto. ¡Que oportuna me saliste! Yo estoy en esa etapa ¿recuerdas? De hecho, estoy trabajando minuciosamente con tu libro. Dejame te cuento que, si, aunque suena brusco y cruel; es la realidad, no tenemos asegurado ni el tiempo y mucho menos la vida. Para mi, este ha sido mi principio básico para replantearme la vida que llevo y la que quiero llevar. Si yo muriera mañana, definitivamente no me iría de este mundo feliz. Y estoy decidida a cambiar esa respuesta. Sin embargo, coincido contigo que no es así de sencillo. Que para dar ese paso es necesario llevar consigo algunas cosas que me serán necesarias, te comparto algunas que he descubierto que yo necesito para mi: Confianza en mí misma, seguridad, cambiar mi actitud derrotista, negativa y conformista, por una positiva, receptiva y dispuesta; valor y amor en mi y para mi misma y, por último actuar desde ahora en coherencia con ello. Como bien dices en tu libro con el «aporta y aparta» estoy empezando a cambiar desde dentro; para que, llegado el momento, lo de afuera sea coherente con lo que ya ha crecido en mi. Es necesario mucho autoconocimiento y motivación, por eso, sin desesperarme, estoy comenzando a dar esos pequeños pasos, cortos pero firmes y tomó la mano de experiencias de personas como tú ( en especial tu y tu maravilloso blog ) para animarme y darme fuerza.
Gracias de nuevo por tu hermosa labor y espero con ansias tu siguiente post !!!! Un abrazo cordial hasta Francia o a donde te encuentres ahora !!!! 🙂
¡Hola Luna!
Qué ilusión leerte de nuevo y ver todo lo que estás avanzando. ¡Se nota que estás trabajado mucho! Vas por buen camino, esa nueva actitud te motivará y te hará el camino más fácil. Además, como bien dices, el autoconocimiento es la base de todo. Si sigues siendo fiel a ti misma conseguirás todo lo que te propongas. ¡Qué alegría encontrar otras personas valientes que luchan por sus sueños! 🙂 Te deseo lo mejor, sigue manteniendome al corriente y sigue así. ¡Mucho ánimo! Un fuerte abrazo y gracias por tus bonitas palabras, que te aseguro que a mí también me motivan mucho. ❤️